El cuello es una parte muy importante de nuestro cuerpo, es unión, comunicación y transición entre lo de arriba y lo de abajo, entre el plano mental-espiritual y el plano de las acciones, afectos, emociones y necesidades básicas.
Es un puente entre el corazón y la razón, puede funcionar como mediador, pero también como división. Conecta las experiencias físicas y emocionales con las mentales.
Es zona de comunicación, control y regulación.
En el cuello se encuentran las vértebras cervicales, el músculo esternocleidomastoideo, la nuca, la garganta, las cuerdas vocales y la glándula tiroides.
Las vértebras cervicales y la musculatura sostienen la cabeza y le dan una visión panorámica.
Los escultores griegos de la época clásica consideraban el relieve del músculo esternocleidomastoideo como un signo de virilidad.
La nuca se relaciona con aspectos del pasado.
La garganta tiene que ver con el paso de lo oculto a lo revelado, el paso del pensamiento a la palabra. Convierte en visible lo no visible.
Las cuerdas vocales permiten articular el lenguaje, tienen que ver con nuestra capacidad de comunicarnos verbalmente. Si las interpretamos simbólicamente tienen que ver con nuestra expresión, son las cuerdas que hacemos y nos hacen sonar.
La glándula tiroides regula el metabolismo basal del organismo y se relaciona con la capacidad de nutrición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario