domingo, 17 de julio de 2011

TERAPIA FAMILIAR III- Escuelas de Milán y de Roma.

Escuela de Milán:

Sus representantes son Mara Selvini de Palazzoli, Luigi Bóscolo, Giulina Prata y Gianfranco Cecchin.

Trabajan con la familia entera en sesión.

Consideran que la formulación de hipótesis, la circularidad y la neutralidad del terapeuta  son indispensables  en la entrevista con la familia.

La formulación de hipótesis se refiere a aquellas que formula el terapeuta basadas en la información que posee acerca de la familia que va a  entrevistar.

Una hipótesis por definición es una suposición construida como base de un razonamiento, es un punto de partida para una investigación, no está probada.

Aún una hipótesis que luego demuestra ser falsa, es útil porque elimina un número de variables.

La hipótesis es una guía para lograr nueva información, es una garantía para  el terapeuta en su búsqueda de patrones relacionales.

Debe ser sistémica, por lo tanto debe incluir a todos los miembros de la familia y aportar una suposición relativa a función relacional.

La circularidad se refiere a la capacidad del terapeuta de manejarse de acuerdo al feedback
de la familia.

Es la habilidad del terapeuta para realizar preguntas circulares. Trata de indagar de qué modo ve un tercero una relación diádica. Es decir, todo miembro de la familia será invitado a decir cómo ve la relación entre los otros dos miembros.

Con las preguntas de tipo circular, además de obtener información, se logran conexiones en la familia.

Neutralidad es la capacidad que debe tener el  terapeuta de no tomar partido por ningún miembro de la familia y de no realizar juicio alguno. El terapeuta puede ser más eficaz en la medida en que es capaz de crear un nivel diferente del de la familia.

Tipos de intervención:

Prescripción paradójica: es la prescripción del síntoma, es obligar al paciente a que repita  el síntoma que le está produciendo problemas. El terapeuta prescribe el síntoma como algo espontáneo pero el paciente identificado no estará ya en condiciones de realizarlo espontáneamente por el hecho mismo, de que le ha sido prescripto. Tiene entonces que  rebelarse contra el terapeuta, abandonando el síntoma.

Connotación positiva: aprobación de una conducta.

Rituales: un ritual familiar es una acción o serie de acciones acompañadas de fórmulas verbales en las que están obligados a participar todos los miembros de la familia.

Prescripción invariable: se utiliza cuando el paciente es alguno de los hijos. Consiste en una serie de prescripciones especificadas en sus menores detalles, tiempos y secuencias. Se utiliza para resaltar la jerarquización de los subsistemas.

Escuela de Roma:

Maurizio Andolfi, es uno de sus principales representantes, trabaja hasta con tres generaciones de una misma familia en sesión.

Toma a la familia como unidad de observación pero su  interés es estudiar al individuo y a sus conductas, comprendiendo su desarrollo en el ámbito de la familia.

La familia representa el punto de encuentro entre  necesidades individuales e instancias sociales.

La entiende como un sistema relacional que supera a sus miembros individuales y los articula entre sí, y a la que se le aplica todos los principios válidos para los sistemas abiertos en general.

El foco de investigación es el individuo y su proceso de diferenciación, para comprenderlo en su ciclo evolutivo.

El método es relacional.

La familia es un sistema activo en transformación constante, un organismo complejo que se modifica para asegurar continuidad y crecimiento psicosocial a los miembros que lo componen. Este doble proceso de continuidad y de crecimiento permite que la familia se desarrolle como un “conjunto” y al mismo tiempo asegura la diferenciación de sus miembros.

Esta necesidad de diferenciación, es decir la necesidad de expresión del sí mismo, se integra con la necesidad de cohesión. Así el individuo con la seguridad que le da  pertenecer a un grupo familiar, puede diferenciarse y desarrollar su individualidad.

La unidad estructural que contribuye a determinar la autonomía individual de cada quien es la relación triangular que se instaura entre progenitores e hijo; en ésta, el tercer elemento, que cada uno de los tres representa por turno, constituye el término de cotejo para cualquier interacción entre los otros dos.

En una relación dual es imposible establecer una diferenciación si ninguno de los dos puede definir con respeto a quién se debe producir la diferenciación.

Aún en relaciones que parecen díadas, como en las familias monoparentales o en las parejas, siempre los miembros forman parte de una red más amplia de relaciones.

En todas las familias se crean y deshacen triángulos a lo largo de su evolución,  adaptándose a los cambios de las necesidades individuales y del grupo familiar.

Los individuos ensanchan su espacio personal por los intercambios con el exterior y definen su identidad.

El pertenecer a diferentes subsistemas le permitirá cumplir diferentes funciones y generará en la familia fases de desorganización, necesarias para alcanzar un nuevo equilibrio.

A veces las reglas familiares dificultan la individuación y autonomía de sus miembros.

Si los padres obligan a un chico a asumir funciones correspondientes a un adulto, pueden generar  una alienación en la función asignada.

La imposibilidad de modificar las funciones con el paso del tiempo determina que las personas coexistan sólo en el nivel de las funciones, al no poder dejar vacío un rol que ha sido asignado, deben hacer siempre lo que el sistema impone.

Si la asignación de función es rígida e irreversible genera una alienación progresiva del individuo que impide el desarrollo de su sí mismo y de su espacio personal, pudiendo llegar a una situación patológica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario