domingo, 31 de julio de 2011

CONSTELACIONES FAMILIARES

Para terminar con esta serie de comentarios acerca de la familia y sus diferentes formas de abordaje terapéutico, hoy voy a escribir acerca de  las constelaciones familiares de Bert Hellinger.

Pero antes, no puedo  dejar de nombrar en esta breve reseña, la importancia de los genogramas y de los sociogenogramas.

Tampoco puedo dejar de poner por lo menos un link de Carl Whitaker a quien valoro por su  creatividad y honestidad y porque  además creo que  vale la pena leer alguna de sus intervenciones.

Ahora sí, a las constelaciones!

Hellinger habla de una conciencia común que une a todos los miembros de la familia y que se ocupa de los derechos de cada uno, para que nadie sea excluido, porque si esto sucediera se podrían producir enfermedades, trastornos psicológicos y  bloqueos, por identificaciones e implicaciones sistémicas, que son inconscientes.

La conciencia común actúa como un órgano de equilibrio sistémico.

Muchos comportamientos actuales no se pueden entender si no se mira desde  una perspectiva sistémica.

La idea es restituir a cada uno su lugar en el sistema para que todos encuentren su propia fuerza y que fluya el amor.

Para que el amor fluya es necesario conocer y respetar sus órdenes.

El orden precede al amor y este último sólo puede fluir en el marco del orden, que viene dado.

En los talleres de constelaciones, la persona que quiere constelar elige entre  los participantes alguien para que la represente a ella y también a los otros miembros de la familia. Los ubica en el campo morfogenético de acuerdo a su intuición.

Hay diferentes métodos de trabajo, el coordinador puede tomar en cuenta lo que sienten los representantes de la familia y hacer los movimientos necesarios o dejar que los representantes se muevan de acuerdo a lo que sienten, acompañándolos  en ese proceso.

Lo que se intenta es restaurar el orden perdido que impide que fluya el amor.

Cada constelación es única y tiene efectos no solo sobre todo el sistema familiar de la persona que la realiza, sino  también sobre los representantes de los miembros de la familia y sobre los participantes del taller.

Están dirigidas a personas que tienen dificultades en sus relaciones familiares o de pareja, a personas con problemas recurrentes y resistentes al cambio, a personas que sufren enfermedades físicas o psíquicas, a todos los profesionales de la salud, y  a consultoras de empresas para trabajar liderazgo, cohesión de grupos y la estructura de las organizaciones.

Hellinger ha sido muy criticado desde diferente ámbitos, incluso hay gente que considera peligrosas sus constelaciones.

Yo creo que las constelaciones son muy movilizantes y hay que saber con quien se hacen.

No reemplazan un proceso terapéutico pero son una gran ayuda porque permiten que salgan a la luz hechos que son muy difíciles de ver en una terapia.

Aconsejo tener referencias confiables sobre el coordinador y si  están haciendo terapia, inviten a  su terapeuta a concurrir, porque las constelaciones aportan material muy valioso para el trabajo personal.

domingo, 24 de julio de 2011

TERAPIA FAMILIAR IV

Los que parten de  una base psicoanálitica: Nathan Ackerman, IvanBöszörményi-Nagy, Nicolás Abraham y María Toorok.

Ackerman realiza entrevistas duales para que la familia tome conciencia de las ideas falsas y de las “cuentas pendientes” del pasado.

Es interesante recordar que trabajó con J.L.Moreno en psicodrama.  Fue uno de los primeros en analizar familias durante la década de los cincuenta, transfiriendo técnicas psicodinámicas a individuos en el marco familiar.

Ivan Böszörményi-Nagy considera que se deben tener en cuenta la justicia y la equidad en el seno de la familia. Propone la restitución de una ética de las relaciones transgeneracionales.

Uno de los conceptos que desarrolla   Nagy es el de lealtad al que le da una gran importancia en la comprensión de las relaciones familiares.

Dice que puede definirse en términos morales, filosóficos, políticos y psicológicos.

El significado tradicional de lealtad es la actitud confiable y positiva de los individuos hacia un “objeto de lealtad”, pero si nos referimos a una trama de lealtad multipersonal debemos tener en cuenta las expectativas estructuradas de un grupo por las cuales los miembros del mismo asumen un compromiso.

Para ser miembro leal de un grupo hay que interiorizar el espíritu de sus expectativas y asumir  actitudes que obedezcan  esos mandatos interiorizados.

Es una obligación ética que si no se puede cumplir genera un sentimiento de culpa que actúa regulando el sistema.

La homeostasis del sistema de obligaciones depende de un insumo regulador de culpas.
La trama de las lealtades familiares se relaciona con alineaciones, escisiones, alianzas y formación de subgrupos.

Los compromisos de lealtad son como fibras invisibles pero resistentes que mantienen unidos fragmentos complejos de” conducta” relacional, tanto en familias como en la sociedad en su conjunto.

Es importante conocer quiénes están unidos por vínculos de lealtad en un grupo y qué significa la lealtad para ellos para entender cómo funciona ese grupo.

El compromiso de lealtad tiene como fin la supervivencia del grupo.

Nagy cita el caso de dos hermanas que llevaban al extremo sus celos y rivalidades por lealtad a sus padres, ya que con sus conductas enmascaraban su fracaso matrimonial.

Es fundamental comprender cómo funcionan las lealtades en un grupo familiar para poder entender su estructura.

La palabra lealtad deriva de la voz francesa “loi” que significa ley.

Las familias tienen sus leyes no escritas, son expectativas compartidas y todos sus miembros se hallan sujetos a ellas, los niños son sancionados cuando no las cumplen y en los adultos se hallan internalizadas.

El terapeuta debe descubrir esa trama de lealtades invisibles para entender el funcionamiento familiar y descubrir el sentido del hecho de que algunos individuos se sacrifiquen para honrar cadenas multigeneracionales de obligación y endeudamiento existencial.

En todas las generaciones los compromisos de lealtad vertical-a una generación anterior o posterior- entran en conflicto con los de lealtad horizontal.

Un ejemplo clásico de lealtades no resuelto es Romeo y Julieta.

Del concepto de lealtad se desprende el de  justicia familiar.

Hay un “libro mayor” en el que se registran las obligaciones de los miembros de la familia.

La foja de un miembro de la familia ya está llena antes de que comience a actuar.

La estructura de expectativas conforma la trama de lealtades y, junto con las cuentas relativas a los actos cometidos, el libro mayor de la justicia.

Hay un balance multigeneracional de justicia e injusticia que motiva conductas relacionales e individuales.

Otro concepto central de Nagy es el de parentalización que hace referencia a cuando los hijos se convierten en padres de sus padres.

Es una distorsión de la relación.

Es una mala conceptualización de las deudas, saldamos las deudas transgeneracionalmente, lo que recibimos de nuestros padres se lo damos a nuestros hijos.

Un ejemplo bastante común es el de la hija mayor que asume el rol de la madre, no pudiendo vivir su vida.

Nicolas Abraham y María Toorok desarrollaron la noción de cripta y su fantasma a partir de investigaciones clínicas.

En el caso de pacientes que decían haber actuado “como si fuesen otros”, y cuyas familias reforzaban esos dichos, hipotetizaron que todo pasaba como si hubiera un fantasma actuando en el lugar de esas personas.

Este fantasma actúa como alguien que sale de la tumba mal cerrada de un ancestro.

Esto sucede cuando ha habido algún acontecimiento del cual no se habla, generalmente porque se siente vergüenza, puede ser una muerte difícil de aceptar, un asesinato, una enfermedad, una internación psiquiátrica, un adulterio, un abuso, una quiebra financiera, un encarcelamiento, etc.

Es un secreto inconfesable que se instala en una cripta pero se transmite del inconsciente de un padre al inconsciente de un hijo, de una generación a otra.

El terapeuta, trabajando desde una perspectiva multigeneracional debe ayudar a su paciente a identificar esa cripta y liberarse nombrando al fantasma.

domingo, 17 de julio de 2011

TERAPIA FAMILIAR III- Escuelas de Milán y de Roma.

Escuela de Milán:

Sus representantes son Mara Selvini de Palazzoli, Luigi Bóscolo, Giulina Prata y Gianfranco Cecchin.

Trabajan con la familia entera en sesión.

Consideran que la formulación de hipótesis, la circularidad y la neutralidad del terapeuta  son indispensables  en la entrevista con la familia.

La formulación de hipótesis se refiere a aquellas que formula el terapeuta basadas en la información que posee acerca de la familia que va a  entrevistar.

Una hipótesis por definición es una suposición construida como base de un razonamiento, es un punto de partida para una investigación, no está probada.

Aún una hipótesis que luego demuestra ser falsa, es útil porque elimina un número de variables.

La hipótesis es una guía para lograr nueva información, es una garantía para  el terapeuta en su búsqueda de patrones relacionales.

Debe ser sistémica, por lo tanto debe incluir a todos los miembros de la familia y aportar una suposición relativa a función relacional.

La circularidad se refiere a la capacidad del terapeuta de manejarse de acuerdo al feedback
de la familia.

Es la habilidad del terapeuta para realizar preguntas circulares. Trata de indagar de qué modo ve un tercero una relación diádica. Es decir, todo miembro de la familia será invitado a decir cómo ve la relación entre los otros dos miembros.

Con las preguntas de tipo circular, además de obtener información, se logran conexiones en la familia.

Neutralidad es la capacidad que debe tener el  terapeuta de no tomar partido por ningún miembro de la familia y de no realizar juicio alguno. El terapeuta puede ser más eficaz en la medida en que es capaz de crear un nivel diferente del de la familia.

Tipos de intervención:

Prescripción paradójica: es la prescripción del síntoma, es obligar al paciente a que repita  el síntoma que le está produciendo problemas. El terapeuta prescribe el síntoma como algo espontáneo pero el paciente identificado no estará ya en condiciones de realizarlo espontáneamente por el hecho mismo, de que le ha sido prescripto. Tiene entonces que  rebelarse contra el terapeuta, abandonando el síntoma.

Connotación positiva: aprobación de una conducta.

Rituales: un ritual familiar es una acción o serie de acciones acompañadas de fórmulas verbales en las que están obligados a participar todos los miembros de la familia.

Prescripción invariable: se utiliza cuando el paciente es alguno de los hijos. Consiste en una serie de prescripciones especificadas en sus menores detalles, tiempos y secuencias. Se utiliza para resaltar la jerarquización de los subsistemas.

Escuela de Roma:

Maurizio Andolfi, es uno de sus principales representantes, trabaja hasta con tres generaciones de una misma familia en sesión.

Toma a la familia como unidad de observación pero su  interés es estudiar al individuo y a sus conductas, comprendiendo su desarrollo en el ámbito de la familia.

La familia representa el punto de encuentro entre  necesidades individuales e instancias sociales.

La entiende como un sistema relacional que supera a sus miembros individuales y los articula entre sí, y a la que se le aplica todos los principios válidos para los sistemas abiertos en general.

El foco de investigación es el individuo y su proceso de diferenciación, para comprenderlo en su ciclo evolutivo.

El método es relacional.

La familia es un sistema activo en transformación constante, un organismo complejo que se modifica para asegurar continuidad y crecimiento psicosocial a los miembros que lo componen. Este doble proceso de continuidad y de crecimiento permite que la familia se desarrolle como un “conjunto” y al mismo tiempo asegura la diferenciación de sus miembros.

Esta necesidad de diferenciación, es decir la necesidad de expresión del sí mismo, se integra con la necesidad de cohesión. Así el individuo con la seguridad que le da  pertenecer a un grupo familiar, puede diferenciarse y desarrollar su individualidad.

La unidad estructural que contribuye a determinar la autonomía individual de cada quien es la relación triangular que se instaura entre progenitores e hijo; en ésta, el tercer elemento, que cada uno de los tres representa por turno, constituye el término de cotejo para cualquier interacción entre los otros dos.

En una relación dual es imposible establecer una diferenciación si ninguno de los dos puede definir con respeto a quién se debe producir la diferenciación.

Aún en relaciones que parecen díadas, como en las familias monoparentales o en las parejas, siempre los miembros forman parte de una red más amplia de relaciones.

En todas las familias se crean y deshacen triángulos a lo largo de su evolución,  adaptándose a los cambios de las necesidades individuales y del grupo familiar.

Los individuos ensanchan su espacio personal por los intercambios con el exterior y definen su identidad.

El pertenecer a diferentes subsistemas le permitirá cumplir diferentes funciones y generará en la familia fases de desorganización, necesarias para alcanzar un nuevo equilibrio.

A veces las reglas familiares dificultan la individuación y autonomía de sus miembros.

Si los padres obligan a un chico a asumir funciones correspondientes a un adulto, pueden generar  una alienación en la función asignada.

La imposibilidad de modificar las funciones con el paso del tiempo determina que las personas coexistan sólo en el nivel de las funciones, al no poder dejar vacío un rol que ha sido asignado, deben hacer siempre lo que el sistema impone.

Si la asignación de función es rígida e irreversible genera una alienación progresiva del individuo que impide el desarrollo de su sí mismo y de su espacio personal, pudiendo llegar a una situación patológica.

domingo, 10 de julio de 2011

TERAPIA FAMILIAR II. Modelo estructural

Salvador Minuchin considera a la familia como un grupo que ha elaborado pautas de interacción constituyendo una “estructura familiar” que rige el funcionamiento de los miembros de esa familia, definiendo sus conductas y facilitando sus interacciones.

La familia necesita de una estructura viable para desempeñar sus tareas esenciales, a saber, apoyar la individuación al tiempo que proporciona un sentimiento de pertenencia.

Una familia actúa de acuerdo a ciertas pautas transaccionales que establecen de qué manera, cuándo y con quién relacionarse.

Los diferentes integrantes de la familia no suelen verse  a sí mismos como parte de ese todo, se consideran como unidades que interactúan con otras unidades.

El terapeuta de familia es el que debe contemplar a la familia como una totalidad, para dilucidar el orden en que se basa, armando un mapa de la estructura familiar. 

Debe focalizar su análisis en cómo se organizan los procesos de interdependencia y en cómo se establecen las jerarquías para modificar la organización de ese  sistema., cambiando las reglas que lo regulan para  modificar la relación entre los diferentes subsistemas.

El sistema familiar se diferencia funcionalmente por medio de los subsistemas que pueden estar formados por generación, sexo, interés o función.

Un individuo pertenece a varios subsistemas, por ejemplo una mujer puede ser madre, hermana, hija y sobrina. En cada uno de esos subsistemas se acopla a diferentes relaciones complementarias.

Los límites de un subsistema son las reglas que definen quienes participan y de qué manera. Su función es proteger la diferenciación de los subsistemas y deben ser claros, constituyéndose en un parámetro para evaluar el funcionamiento de la familia.

Si los límites son difusos el sistema se puede sobrecargar y carecer de los recursos de cambio y adaptación en momentos de stress, conformando familias aglutinadas.

Si los límites son rígidos las funciones protectoras de las familias se ven menguadas y la comunicación entre sus miembros se ve dificultada, son familias desligadas.

La mayoría de las familias tienen subsistemas aglutinados y desligados.

Cuando los hijos son chicos los  subsistemas tienden a ser aglutinados y se van haciendo más desligados a medida que crecen.

En las familias aglutinadas existe gran apoyo mutuo y lo que le pasa a  un miembro del sistema repercute en  todo el sistema, esto puede  afectar la necesidad de  autonomía de sus miembros.

En las familias desligadas predomina la independencia, pero pueden carecer de sentimientos de lealtad y pertenencia y pueden no saber  pedir ayuda cuando la necesitan.

Minuchin concibe a la familia como un organismo, no simplemente como un mero agregado de subsistemas.

Toma de Arthur Koestler el término: holón.

Cada holón es un todo y es parte al  mismo tiempo. El individuo es un holón, también lo son la familia y la comunidad, y hay un holón conyugal y un holón de los hermanos.

A través de intervenciones directas, indirectas o paradójicas, el terapeuta estructural  intenta modificar la estructura del sistema familiar.

Minuchin hace movimientos en sesión, presta especial atención al modo en q los consultantes se ubican y se mueven espacial y corporalemente.

Cambia a los miembros de la familia  de lugar, o hace que la madre le diga algo al hijo.

Los cambios ocurren en la sesión.

domingo, 3 de julio de 2011

TERAPIA FAMILIAR I – Orígenes, MRI y el modelo estratégico.

Origen

Lo que llamamos “terapia familiar” comienza con las investigaciones de Frieda Fromm-Reichmann hacia 1948, cuando decidió trabajar con familias de esquizofrénicos a las que hacía filmar. Ella fue quien propuso en Palo Alto, en 1956, este registro de las familias en interacción para poder así decodificar sus vínculos, sus estilos y modos de comunicación.

Fue una de las primeras en introducir el film en la escena terapéutica.

La observación de pacientes en Cámara Gesell comenzó a utilizarse alrededor de 1950.

Grupo de Palo Alto - MRI

Gregory BatesonDon JacksonJay Haley, John Weakland, Virginia Satir y Paul Watzlawick en Palo Alto se dedicaron a investigar las propiedades de la familia como sistema, entendiendo por sistema una entidad cuyas partes varían en consonancia con las otras, y que por lo tanto mantiene siempre un equilibrio que se autocorrige.

El MRI fue fundado en 1959 por Don Jackson como una rama de la Fundación de Investigación Médica de Palo Alto.

Desde 1946, Bateson y Margaret Mead participaban de las conferencias interdisciplinarias organizadas por la fundación Macy , en las que participaban físicos, ingenieros electrónicos, neurólogos, psicólogos, psiquiatras, sociólogos y antropólogos. De ellas surgió la cibernética.

Trabajaban para buscar un lenguaje común a todas las disciplinas.

En 1952, Bateson recibió una beca de la Fundación Rockefeller para estudiar comunicación.

Si bien no formaba parte del MRI, participaba en las discusiones y era considerado un referente importante.

Fue el primero en introducir la idea de una analogía entre una familia y un sistema cibernético; también creó la teoría del doble vínculo.

En el MRI fueron pioneros en realizar entrevistas con más de un miembro de la familia al mismo tiempo, en usar la Cámara Gesell con espejo unidireccional y en grabar las sesiones en video, trabajando desde una perspectiva de interacción.

En enero de 1967 se creó el Centro de terapias breves bajo la dirección de Richard Fisk, por este centro; su trabajo el MRI tiene hoy reputación internacional.

Haley fue el primero en utilizar el término “estratégico” para describir cualquier terapia en la que el terapeuta diseña activamente las intervenciones y se convierte así en un agente activo en la promoción del cambio familiar.

Se trabaja con familias, parejas e individuos para crear una pauta diferente de la usual; de este modo, se intenta cambiar el circuito que sostiene al problema.

En general, la gente trata de resolver sus conflictos con recursos que los perpetúan. 

La conducta de todo sujeto es función de la de otros individuos con los que mantiene relaciones. Por lo tanto, si el comportamiento de alguno de ellos se altera también cambiará el del primero.

La conducta problema debe ser considerada en contexto; es mantenida entre individuos de un sistema que, al intentar resolverla, la perpetúan.

La diferencia entre la terapia sistémica y el psicoanálisis radica en que en la primera no se buscan las causas en el pasado sino en lo que está sucediendo en ese momento, en las interacciones del presente.

Se pasa de una causalidad lineal a una causalidad circular; no resulta de interés el por qué sino el para qué; el objetivo es conocer cuál es la función del síntoma en el sistema.

El foco está puesto en la interacción, en lo observable. Lo patológico está en el vínculo y no en el sujeto, la enfermedad es la respuesta a un contexto. Hay visión de cambio y no de cura, es psicoevolutiva y no psicopatológica.

La motivación del consultante es la fuerza motora para lograr la resolución del problema, y necesita ser amplificada y orientada para el logro terapéutico.

Tipos de intervenciones:

Reformulación: el terapeuta adjudica significado a las conductas relacionadas con el motivo de consulta y pretende modificar la percepción que el sistema consultante tiene de ellas.

Sugerencias: alternativas de acción propuestas por el terapeuta.

Prescripciones: indicaciones explícitas de conductas a ser cumplidas o desafiadas.

Las prescripciones pueden ser directas –orden directa– o paradojales; se le pide al paciente que amplifique el síntoma. Por ejemplo, si se lava diez veces las manos, se le pide que se las lave veinte.

Los terapeutas estratégicos intervienen en lo que los consultantes hacen fuera de sesión, para modificar comportamientos de la vida cotidiana. Con esto pueden ver si la familia colabora u opone resistencia.

Privilegian la comunicación verbal.

Trabajan enfocados en un problema que se deberá resolver en no más de diez sesiones.

El modelo que proponen es práctico, económico, breve y eficaz; es el primer modelo estratégico.