domingo, 15 de mayo de 2011

Rizomas

"Los poderes tienen más necesidad de angustiarnos que de reprimirnos."

Gilles Deleuze



Los individuos y los grupos, para Gilles Deleuze estamos hechos de líneas.

Hay líneas de segmentaridad dura, bien determinadas, como familia-profesión, trabajo-vacaciones. Las hay flexibles, que trazan pequeñas modificaciones, establecen conexiones, atracciones, repulsiones.

Y hay líneas de fuga que nos llevan de nuestros segmentos y umbrales hacia zonas extrañas, desconocidas, imprevisibles, no preexistentes.

Estas líneas están implicadas las unas con las otras.

Para ir más allá del modelo arbóreo como imagen del mundo, modelo basado en la lógica binaria y disyuntiva dentro de la que se ha mantenido el pensamiento occidental, Deleuze y Guattari introducen el rizoma, que se encuentra en la lógica de la multiplicidad.

¿Cuáles son sus caracteres generales? 

*Cualquier punto puede conectar con cualquier otro, a diferencia de un árbol donde siempre hay un orden jerárquico.

*Principio de multiplicidad, no hay unidad.
El rizoma no está hecho de unidades, sino de dimensiones o de direcciones cambiantes, no tiene principio ni fin, siempre tiene un medio por donde crece. En un rizoma no hay puntos como en una estructura, hay líneas, no se deja codificar.

*Principio de ruptura asignificante.
Un rizoma puede ser roto en cualquier parte, como cuando una línea de fuga rompe los segmentos duros y vuelve a recomenzar. Un ejemplo son las hormigas, con las que no se puede terminar.

*La lógica del árbol es de calco y reproducción, hay jerarquía. El rizoma es un mapa, no reproduce, sino que construye, conecta campos, queda abierto, puede ser hecho por una persona o por un grupo.
El árbol expresa una genealogía.  El rizoma no es objeto de reproducción, es una antigenealogía, una memoria corta o antimemoria. Es un mapa que siempre debe ser producido, construido, es desmontable, conectable, alterable, de múltiples entradas y salidas.

*Un rizoma no está constituido por números, sino por líneas, siempre tiene un medio en el que crece y desborda, no tiene principio ni fin, está entre las cosas
Tiene como tejido la conjunción y…y…y…

La cultura rizomática multiplica las relaciones, crece y se amplía hasta donde llega su propia fuerza,  su límite es  la potencia con la que es capaz en cada momento de ocupar un espacio. Es así como circula la vida y es así como se mueve el deseo.

El rizoma no abandona un territorio para ocupar otro, sino que conecta nuevos territorios.

Un rizoma es producir inconsciente, no interpretarlo ni hacerlo significar a la manera del árbol. Es producir nuevos enunciados y nuevos deseos.

Tiene que ver con lo grupal.

Es fundamento de la micropolítica como resistencia al poder, permite  una salida grupal, que se apoya  en la potencia curativa que tiene la palabra “nosotros”,trabaja con los vínculos estimulando a  pequeños grupos para que  empiecen a tratar de modificar la realidad.

Recordemos que para  Aristóteles el esclavo es aquel que no tiene vínculos.

Trabajar desde la prevención es propulsar  la capacidad deseante, potenciando los deseos, generando nuevos posibles, produciendo subjetividad para salir de la condición de objetos. No hay una sola forma de construirnos, son múltiples.

La psiquiatría actual te medica y te devuelve a esa misma realidad que te enferma, propiciando una adaptación pasiva y sin posibilidades de cuestionar nada.

Los profesionales de la salud están presionados por el economicismo que promueve valores utilitarios, hoy en día los hospitales son concebidos como empresas a las que se les exige eficacia.

En un mundo de urgencias no hay tiempo para pensar, nos urge la economía, nos urge la competencia. El espacio también se angosta, todos los lugares cada vez se parecen más.

Nos sentimos cada vez más aislados e inseguros.

Para salir de la cultura de la queja y del reclamo, en la que quedamos atrapados como víctimas pasivas, y romper el aislamiento debemos generar vínculos curativos que nos permitan  dejar atrás  esos lugares de impotencia.

Poder poner en palabras nuestros miedos y nuestras angustias es un primer paso para  empezar a darnos cuenta de lo que nos pasa, y jugar con el cuerpo nos ayuda a movernos  de las cristalizaciones que impiden el fluir de nuestros  deseos.

Hacerlo junto a otros nos brinda herramientas  para ir tejiendo un nuevo entramado social.


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