domingo, 29 de mayo de 2011

TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN II

Toda conducta  es comunicación, pero no siempre la comunicación es eficaz porque no siempre se logra un entendimiento mutuo.

Un individuo no comunica, sino que participa en una comunicación.
La comunicación no es un modelo  de acción y reacción, debe entenderse como sistema, a un nivel transaccional.

Cada uno de los axiomas propuestos en la teoría de la comunicación  tiene como corolario ciertas patologías.

Axioma I.- Es imposible no comunicarse.

Dilema esquizofrénico: el dilema es que el sujeto  trata de no comunicarse pero esa negación de la comunicación constituye una comunicación.

Niega que se comunica y niega que su negación sea una comunicación.

Cualquier comunicación implica un compromiso porque la comunicación define una relación entre los que se comunican, al definir a quiénes se están comunicando.

Este fenómeno no se limita a la esquizofrenia, se puede dar en cualquier contexto. 

Tomemos como ejemplo la situación de dos pasajeros que comparten asientos próximos en un avión. Uno quiere hablar y el otro no, pero no puede abandonar el lugar y tampoco puede no comunicarse.

Hay pocas reacciones posibles:

1-     Rechazo de la comunicación: hace sentir al otro pasajero que no tiene interés en conversar, pero lo que no puede evitar es tener una relación con el otro.

2-     Aceptación de la comunicación: cede y acepta, con lo cual confirma la relación.

3-     Descalificación de la comunicación: puede comunicarse de forma tal que su propia comunicación o la del otro queden invalidadas. Puede decir frases incompletas o incoherentes, contradecirse, cambiar de tema.

4-     El síntoma como comunicación: para defenderse del pasajero que le quiere hablar puede recurrir a fingir sordera, borrachera, somnolencia, ignorancia del idioma o cualquier otra deficiencia o incapacidad que justifique su imposibilidad para mantener una conversación. Son motivos que están más allá del propio control.
Se puede metacomunicarque es la clave para salir adelante.
Es muy importante considerar el contexto porque una conducta alienada no siempre es producto de una mente enferma, sino que a veces es la única reacción posible frente a un contexto de comunicación absurda.

Axioma II.- Toda comunicación tiene un aspecto de contenido  y otro relacional que va más allá del contenido y tiene que ver con la forma.

Toda comunicación implica un compromiso y define una relación. El lenguaje es creador de relaciones porque no sólo transmite información sino que al mismo tiempo impone  conductas.

El aspecto referencial tiene que ver con el contenido.

El aspecto conativo con la parte relacional entre los comunicantes.

¿Qué tipo de mensaje debe entenderse que es? Por ejemplo una señora le dice a otra: ¿Son auténticas esas perlas? 

La forma en que pregunta define la relación porque puede ser sarcástica o simplemente curiosa.

Rara vez las relaciones se definen deliberadamente, con plena conciencia.

Cuanto más madura y espontánea es la relación más se pierde el aspecto relacional. 

En las más complicadas hay una constante lucha por la naturaleza de la relación y el aspecto del contenido es menos importante. Lo que importa es tener razón, y el interés es  ganar.

Metacomunicarse en forma adecuada es una condición para una comunicación eficaz.

Una de las primeras dificultades que puede aparecer es que haya un desacuerdo en el nivel relacional, metacomunicacional, pero tratar de resolverlo en el nivel de contenido.

Ejemplo: en una pareja, el marido invita a un amigo común a pasar unos días en la casa, la mujer se enoja pero no porque el amigo vaya a la casa, sino porque su marido no la consultó. Acá el contenido no es el problema, sino lo relacional, pero seguramente la discusión se focalizará en el contenido.

Es un ejemplo de confusión de los dos aspectos.

Puede haber desacuerdo en el nivel de contenido que no perturbe la relación. Estar de acuerdo en el desacuerdo, esto pasa en una relación madura.

Puede haber desacuerdo en el nivel de contenido y en el nivel de la relación.

Puede haber acuerdo en el nivel de contenido pero no en el relacional. Un ejemplo puede ser el de unos padres que se unen para ayudar a su hijo enfermo, y se separan cuando se cura. La estabilidad de la relación está amenazada ni bien deja de existir el acuerdo a nivel de contenido. Nuestro hijo está mal y nos necesita es el acuerdo. 

Hay situaciones en las cuales una persona se ve obligada a dudar de sus propias percepciones a nivel de contenido para no poner en peligro la relación.

Esto lleva a pautas de comunicación paradójica.

Fenómeno del desacuerdo

Se refiere a la confusión entre contenido y relación. El desacuerdo puede surgir en cualquiera de los dos niveles. Se puede resolver el desacuerdo en cuanto al contenido pero crearlo en cuanto a la relación.

Si se está en desacuerdo respecto a la afirmación que sostiene que el uranio tiene 92 electrones, uno de los antagonistas esta en lo cierto y el otro está equivocado. Deben definir su relación como complementaria o simétrica.

Al comprobarse que tal afirmación es cierta, no pueden seguir hablando de átomos, deben hablar de sí mismos y de su relación. Cada vez que propongo una comunicación en una relación con otro, también estoy proponiendo una definición de mí mismo en cada intercambio.

En esa definición de mí mismo hay tres respuestas posibles:
                                * confirmación
                                * rechazo
                                * desconfirmación

En la confirmación se acepta la definición que el otro da de sí mismo.

En el rechazo, se rechaza la definición que el otro da de sí mismo. Presupone un reconocimiento limitado de lo que rechaza, no es que niega la imagen que el otro tiene de sí mismo.

Por ejemplo un psiquiatra que no acepta la definición que un paciente da de sí mismo, cuando dice que es un desastre.

La desconfirmación es como decir vós no existís. Lleva a la pérdida de la mismidad y a la alienación.

Niega la realidad del otro como fuente de definición.

Impenetrabilidad

La visión que tengo de mí mismo es tan importante como la que el otro tiene de mí, pero ambas visiones sólo son más o menos similares.

Estos conflictos tienen una compleja estructura, por lo cual son difíciles  de resolver terapéuticamente,  ya que las relaciones no son concretas, sino experiencias subjetivas.

En las relaciones somos parte de un todo más amplio, cuya totalidad no podemos captar, no es posible la visión completa, cada uno tiene su visión.

No es posible la visión completa de nuestro propio cuerpo, nuestros ojos como órganos de percepción forman parte de ese mismo cuerpo que se quiere percibir.

Los órganos de la percepción interpersonal son impenetrables, esta ceguera lleva inevitablemente a conflictos.

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